Sala 4. Los medios en 1985 y en 2017. Un cambio radical
Los avances tecnológicos marcaron la enorme diferencia en la difusión de la información en 1985 y 2017.
Insertos en un entorno de destrucción y duelo, pareciera que vivimos dos historias diametralmente opuestas: la primera nos llegó desde la televisión, el radio y la prensa, que nos acercaron a una información dosificada y elegida que, en la mayoría de los casos, respondía a las necesidades y pertinencias del gobierno, con algunas salvedades, como la labor periodística de Jacobo Zabludovsky, la voz de José Gutiérrez Vivó y el arrojo de un grupo de fotógrafos mexicanos como Pedro Valtierra, Pedro Meyer, Enrique Metinídes, Fabriccio León, Eloy Valtierra y Marco Antonio Cruz entre muchos otros.
A diferencia de la primera, la segunda historia implicó un ejercicio instantáneo y de primera mano, que nos reportaba, mediante teléfonos móviles y el universo de las redes sociales, las pérdidas y posibilidades de rescate, derrumbes y necesidades inmediatas, en pocas palabras, la organización de un eficaz llamado a la acción. En 2017, una nueva sociedad -transformada e informada-, salió a las calles a buscar historias y formar parte de las mismas rescatando personas y bienes, suministrando lo necesario en interminables cadenas humanas. Presente, eficiente y adaptable, la sociedad civil fue la voz veraz y confiable de la noticia.